LA PRINCESA Y EL MAGO
Había una vez en un reino muy lejano un rey llamado Oberón, que era el rey de las hadas, este rey estaba casado con la reina hada Oberena, esta reina era la más bella hada que jamás haya existido y tenían una hermosa hija llamada Oberonisa. Un día el duende malvada Freddy les hizo un hechizo a cada uno: a la reina le hizo uno de muerte, al rey uno en el que se convirtió en estatua y a la princesa le puso tres pruebas: la primera era traerle toda la riqueza del mundo, la segunda reunir un animal de cada especie y la tecerca era que la princesa le sirviera. La princesa consiguió hacer todas las pruebas pero cuando estaba sirviéndole decidió irse en busca de ayuda para salvar a su padre del hechizo. Le prometió a su padre que volvería con ayuda y en cuanto pudo escaparse por un pasadizo escondido salió.
Oberinisa estaba muy triste por lo que el duende le había hecho a sus padres pero tuvo que ponerse en marche y recorrer todos los lugares del mundo en busca de ayuda, escondiéndose de los sequitos del malvado duende. Las noches eran frías y oscuras por lo que la princesa pasaba tanto miedo que apenas podía dormir esperando todos los días el anochecer para resguardarse en un lugar seguro.
Un día, después de mucho caminar, la princesa llegó a cueva en la que se veía luz y como ya estaba comenzando a anochecer entro cuidadosamente ver si podía pasar una noche allí. Entró y al final parecía verse un caldero en el que apuesto mago llamado Aaron estaba haciendo pocimas. La princesa le contó todo lo que le había pasado al mago y él la acogió muy amablemente ofreciéndose a ayudarla al día siguiente después de haber descansansasdo. Al día siguiente comenzaron el camino al castillo donde el duende les estaba esperando con sus secuaces y retó al mago a enfrentarse a ellos, este con esfuerzo consiguió deshacerse de ellos con ayuda de su pócima secreta. En cuanto al duende había un secreto que solo el mago podía saber: llamarle por su nombre Aist, entonces el mago desapareció deajando un rastro de humo verde. El Oberón se puso muy contento de ver a su hija y le agradeció a Aaron haber ayudado a su hija.
Poco días después, cuando Oberón y Oberinisa hubieron descansado, el hermoso mago llamó a su puerta para pedirle la mano de Oberonisa al rey, quien dijo respetaba la decisión de su hija pues tenía que hablarlo con ella antes. Habló con su hija y ésta le dijo que tendría que hablar antes con él para ver si era amor verdadero o era por sus riquezas. Pasados unos días de haber charlado ella comenzó a ver que lo que sentía el mago por ella era amor verdadero, pues en ese mismo instante decidió casarse con él. Colorín, colorado, este cuento se ha terminado.
1 comentarios:
Bien, pero te has cambiado algunos de los hitos importantes.
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